domingo, 22 de julio de 2012

El Día de la Marmota


Siempre es el 2 de febrero y no hay nada que pueda hacer al respecto.


Casi todos los españoles tenemos un "pueblo" al que volver. Y volver al pueblo, casi siempre, es como meterse en el Día de la Marmota. Puedes pasar tres meses en el pueblo y es como si sólo hubieras vivido un día.

Mientras tomo el primer café de la mañana, observo la Plaza Mayor. El barrendero que quería ser bombero. La chica de la limpieza que quería ser contable y, durante un tiempo, se lo creyó porque el ampa de la escuela le confió la tarea de llevar sus cuentas. Aparecen las madres con sus hijos, camino del colegio porque aquí, cuando se acaba el colegio de invierno, empieza el de verano. Tienen sueño, no quieren ir y, si mamá está de vacaciones, ¿por qué yo no? Por la tarde estarán en el parque, jugando al fútbol, porque no saben jugar a otra cosa. Y cuando llegue mi hijo empezarán a examinarle. ¿Cuánto es 100 x 100? ¿Hasta cuánto sabes contar en inglés? ¿Sabes escribir con letra cursiva? Porque lo niños, o éstos al menos, miden su valía en función de sus logros académicos. Y el que no da la talla, compensa haciendo virguerías con el balón, como un zipizape cualquiera.

Por la noche, las terrazas llenas de gente tomando unas cañas. ¿Quién dijo crisis? Y mientras, los nuevos adolescentes que lo son a una edad en que nosotros todavía eramos pre-asolescentes, fuman porros sin esconderse y se meten con el loco del pueblo (porque todos los pueblos tienen su loco, su personaje solitario e incomprendido con un pasado fascinante y un futuro incierto).

Y, a la mañana siguiente, borrado total de memoria y vuelta a empezar.




2 comentarios:

  1. Entiendo perfectamente de qué hablas. Pero, ¿no te has planteado otro tipo de vacaciones? A mí me ha costado, pero he decidido tomar las riendas del asunto, porque quiero disfrutar y que mi familia disfrute. Antes me hacía un autolavado cerebral de que todo iba a ser estupendo y las vacaciones iban a estar estupendas, pero la realidad te da en toda la cara desde el minuto 5. Este año vamos a probar otra cosa: vacaciones cerca de mi familia, para verlos, pero en casa propia y en otro pueblo.

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  2. Pueblos de España. Son todos iguales. La idea de Gemma es buena y ya me he planteado hacer algo así cuando tengamos un poco más de dinero ahorrado. De momento, hemos conseguido ir a casa de mi hermano (que vive solo) en lugar de a la de mis padres cuando les visitamos. Los tenemos cerca, pero al menos dormimos sin ellos al lado.

    Ánimo, Valentina. 1beso.

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