miércoles, 30 de mayo de 2012

Gente fake

Eres tan falsa que incluso Barbie está celosa
 
No quería volver a hablar de este tema, que ya bastantes disgustos me he llevado, pero parece ser que mi entrada de ayer se ha malinterpretado. Creo que se han dado por aludidas personas a las que, precisamente, no me estaba refiriendo cuando critiqué ciertos tipos de blogs.

Para dejar las cosas claras y cerrar el asunto: por supuesto que la búsqueda de la perfección no sólo es lícita sino que es necesario y recomendable; por supuesto que la belleza es algo bueno que alegra el día y la vida. Por supuesto que hay madres maravillosas que hacen cosas maravillosas con sus hijos. Por supuesto que sí.

Yo misma devoré una gran cantidad de blogs cuando empecé a educar en casa. Los leía de principio a fin, del derecho y del revés, los guardaba en "mis favoritos", copiaba sus recursos, sus ideas y hasta su estilo cuando empecé mi propio blog (uno que no es éste). Pero pasó esa fase (igual que se me pasó la fase de leer libros y blogs sobre crianza respetuosa), dejé la blogosfera y, poco a poco, fui haciendo criba de blogs en mi reader. Algunos porque, simplemente, no me aportaban ya nada. Que no significa que no le puedan aportar mucho a sus autoras y a muchos lectores, ojo.

Hay blogs prácticamente perfectos en los que se nota que detrás hay gente real, con vidas reales. Pero [y aquí viene el meollo de la cuestión] los blogs del tipo Bree Van de Kamp me suenan muy muy falsos. Me suenan tan falsos que pienso que sus autoras dedican más tiempo a la previa ya la crónica de las actividades que a disfrutar de ellas con sus hijos. Me dan pena esas madres que quieren convertirse en una mezcla de Martha Stewart y Marla Cilley, incluso a pesar de sus hijos y de ellas mismas. La diferencia entre ellas y yo, es que yo no les escribo a su email para decirles de todo menos guapa. Como dije ayer, al que no le guste este blog, simplemente, que no lo lea. O que lo lea y se abstenga de comentar si lo único que le sale son insultos y exabruptos, porque de esas cosas no quiero por aquí ni por email. 
Yo seguiré aquí, contando lo bueno y, sobre todo, lo malo de mi vida como madre homeschooler. Ustedes vomiten lo que quieran pero que sea en sus blogs, en sus foros privados y en sus largas sesiones de Skype hasta altas horas de la madrugada, mientras otras estamos durmiendo porque por la mañana nos hemos de hacer cargo de nuestros hijos.



lunes, 28 de mayo de 2012

Neuralizando, que es gerundio

Dejé de escribir aquí después de recibir varios comentarios no muy agradables. Parece ser que algunos lectores no comprendieron que la esencia de este blog es 50% desahogo personal y 50% humor e ironía. Fifty fifty. Lo sé, soy una persona que desata pasiones: o me aman, o me odian. No en vano el post más leído es uno titulado Blogs de homeschooling que odio. Con él no pretendía desmerecer a todas esas madre blogueras que comparten recetas de cocina, que hacen miles de actividades maravillosas con sus maravillosos hijos, que tienen métodos para todo, ya sea enseñar a leer o limpiar el retrete. Que seguro que sus blogs tienen mucho público, no lo dudo, y seguro que le hacen mucho bien a determinadas personas, incluídas sus propias autoras.

Después recibí varios comentarios de ánimo, gente que me contaba cómo se había reído con una u otra entrada, o cómo se había sentido identificada con tal o cuál comentario. Y pensé que, qué coño, al que no le guste, que no me lea.

Anyway, lo que venía a contarles es que mi hijo se ha convertido en un hombre de negro. Vimos la I y la II en casa antes de ir al cine a ver la III y ahora se pasa el día vestido de negro, con corbata, gafas de sol y un cachivache que le sirve de neuralizador.

He pensado que yo también voy a neuralizar a los que me escribieron comentarios feos, así que, si son tan amables de mirar hacia aquí... Aquí no ha pasado nada, ustedes no han leído ningún post que cuente lo malo del homeschooling y este blog no existe.